Mi camino comenzó en la docencia, influenciada por mi madre, una valiente maestra que, a pesar de las adversidades, enseñó con amor y dedicación. Sin embargo, la vida me llevó por caminos inesperados que me hicieron replantear mi dirección hacia la psicología y la búsqueda de un propósito más profundo.

Crecí en una familia humilde, y desde joven enfrenté desafíos personales y familiares que marcaron mi desarrollo emocional y profesional. A pesar de las dificultades, encontré en mi familia una fuente de sentido y motivación. Fui esposa por 27 años y madre de dos hijos maravillosos, Julián y Miguel Ángel, quienes han sido pilares en mi vida.

A lo largo de mi carrera, he experimentado tanto fragilidad como momentos de gran felicidad y transformación…Estas experiencias me han permitido mirar mi historia con amor y comprensión, valorando cada desafío como una oportunidad de crecimiento y autoconocimiento.